Los inicios de Un curso de maravillas se remontan una vez más al esfuerzo entre dos personas, Helen Schucman y Bill Thetford, ambos destacados psicólogos e investigadores. El inicio del curso se produjo a principios de la década de 1960, cuando Schucman, que era simplemente un psiquiatra clínico y de estudios en la Facultad de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, comenzó a tener una serie de dictados internos. Ella definió estos dictados como provenientes de una voz interna que se descubrió a sí misma como Jesucristo. Schucman originalmente se resistió a estas actividades, pero con el apoyo de Thetford, comenzó a transcribir los mensajes que recibió.

Durante un período de siete años, Schucman transcribió lo que puede convertirse en Una clase de milagros, que consta Un Curso de Milagros de tres volúmenes: el Texto, el Libro para alumnos y la Información para profesores. El Texto presenta la base teórica del curso y desarrolla los métodos y principios básicos. El Libro de ejercicios para alumnos contiene 365 instrucciones, una para cada momento de la temporada, diseñadas para guiar al lector a través del ejercicio diario de aplicar las enseñanzas del curso. La Guía para Maestros brinda más consejos sobre la mejor manera de realizar y mostrar los conceptos de Un Programa de Milagros a otros.

Entre los principales estilos de Un Programa de Milagros se encuentra la noción de perdón. La clase enseña que el perdón correcto es lo importante para la paz interior y el despertar a la naturaleza divina. Según sus enseñanzas, el perdón no es simplemente un entrenamiento ético u honesto sino un cambio elemental de percepción. Implica dejar de lado los juicios, los problemas y la creencia en el fracaso y, en cambio, ver el mundo entero y a uno mismo a través del contacto del amor y la aceptación. Un Curso de Milagros enfatiza que el perdón correcto conduce a la aAceptación de que normalmente estamos interconectados y que la separación unos de otros es definitivamente una ilusión.

Otro aspecto importante de Una clase de milagros es su fundamento metafísico. El curso presenta una visión dualista de la verdad, distinguiendo entre la confianza, que muestra divorcio, ansiedad e ilusiones, y el Espíritu Santo, que simboliza el disfrute, la realidad y la guía espiritual. Implica que la vanidad es el origen del sufrimiento y del conflicto, mientras que el Espíritu Sagrado proporciona un camino terapéutico y de despertar. El objetivo del curso es ayudar enormemente a las personas a superar la percepción restringida del ego y alinearse con la guía del Espíritu Santo.